miércoles, 30 de mayo de 2012

2012




A veces no hace falta que ocurra nada especial para acordarse de una banda tan cojonuda como Rush. Suficiente es haber escuchado alguna vez lo que estos tres son capaces de hacer para que ya no se te quiten de la cabeza sus dotes interpretativas, las atmósferas tan especiales que ofrecen o esos arreglos de auténtica locura.
Lo digo porque eso me pasó a mí. Corría la década de los noventa; el grunge campaba a sus anchas, Kurt Cobain aún vivía, The Prodigy estaban a la vuelta de la esquina y yo apenas escuchaba algo que no fuera Led Zeppelin, Queen, Metallica o los Beach Boys. Un amigo de un amigo me prestó un cassette con un concierto que se llamaba "All The World`s A Stage", y ya nada fue igual. Creo que aquella fue la primera ocasión en la que pude escuchar algo de rock progresivo en su vertiente más técnica: ya sabéis, Pink Floyd no jugaban a ese juego. Más tarde llegarían Yes, Dream Theater, Jethro Tull... y los propios Rush, que con cada año parecían ser más técnicos. Cuando le puse la zarpa encima a "Exit Stage Left" casi me cagué encima. ¡Ese"YYZ" con solo de batería extendido! ¡Esos títulos tan enigmáticos! ¡Esa conjunción! ¡Ese guitarrista! ¡Ese bajista-teclista-cantante!
Me fui haciendo con sus discos poco a poco, a veces en condiciones muy pobres. Recuerdo la emoción al poner "Signals" o "Hold Your Fire", e incluso "Presto", que es, por supuesto, un muy buen disco.
La cosa llegó a otro nivel cuando me compré el "Rush In Rio". Ver a esta banda con esa calidad de audio y vídeo realmente fue un regalo, no importa lo que me costara. Fue entonces cuando realmente se convirtieron en una referencia de primerísimo nivel para mí. Ya no dejarían nunca de serlo.
Adquirí otros discos, otros DVDs alucinantes. Me metí en las letras de Lee y sobre todo de Peart, y curioseé de lo lindo cuando me hice con este trasto con teclas en todos aquellos detalles que podía recordar.
El último disco que compré de ellos fue el maravilloso "Snakes & Arrows", que deja claro porqué Rush es un clásico a la altura de los Beatles, Led Zep, los Stones, Black Sabbath, Kiss, The Police o quien se os ocurra. No importa lo viejos que puedan estar. Hacer un disco así a sus años no está al alcance de muchos, y ya me gustaría ver a más de una banda progresiva actual manteniendo el tipo así dentro de treinta años, no sólo tocando, sino componiendo un material tan relevante como el que se encuentra ahí. No es que sea material fresco, es algo más relacionado con el buen hacer, con la maestría adquirida con los años.
Ahora van a sacar un nuevo disco, conceptual y todo parece, que se llamará "Clockwork Angels", y apuesto un brazo a que va a estar tan bien como siempre. La Sagrada Trinidad de Toronto nunca defrauda.
¿Y a qué ha venido esto? Pues a que me he dado cuenta de que ¡ya sólo faltan cien años para llegar al 2112!
http://www.rush.com/clockworkangelstour.php

No hay comentarios:

Publicar un comentario